Album : Mi vicio es ser

Las composiciones musicales que Lucho Díaz nos dejó, sus letras y armonía inscriben en clave afectiva y sonora la forma privilegiada de su lenguaje, aquel con el que libremente intentaba recoger hojas de otoño, acariciar sirenas, contar a Mauricio del perro tan fiero y más o dialogar con Salvador en la soledad estructurada de su cuarto y sus instrumentos musicales.
En definitiva constituye el legado artístico de un joven radicalmente sensible, consciente y reflexivo. Las canciones que este trabajo incluye han permanecido más allá de la acción política de los convulsionados años en que fueron escritas, componen el sentido de una
experiencia de creación donde se entrecruzan diversos y amplios sentidos: el amor, la vida y la muerte. La experiencia de Lucho sintetiza el tiempo de un colectivo, de un invierno largo y prolífico donde nunca dejó él mismo de escribirse y hacerse con sus fragmentos y fantasmas,
con una ética sin arreglos con la fuga a la distancia melancólica, más bien con una ética de consistencia e impulsos que le llevaron a decidir conscientemente tanto por la música como por su compromiso político.

Tratando de lidiar con sus propios molinos, buscó con pasión respuestas a preguntas que no terminaba de articular y llegó a creer que la muerte le había excluido aunque de verdad siempre estuvo en su bolsillo. Decidido y sin ambigüedades cubrió en el eje incierto de su vida el final del juego, cual niño vencido, temblando, enfierrado, y revuelto en el acto político que lo inscribió militante y héroe temprano de la muerte.

“Quiere decir que cuando busque mis propias palabras de amor terminaré vencido por mi inexperiencia por mi necio vicio de correr tras los volantines degollados que buscando un árbol pa’ morir solo hallan cables del alumbrado”

Su vida breve y su valiosa obran den cuenta del ejercicio de una práctica humana, radical e intensa, de la fuerza y belleza de una creación fresca, acuciosa e identitaria. Lucho movido por un deseo claro y ineludible compuso, escribió, se incorporó a las luchas populares, dudó, pensó y amó. Pero por sobretodo como hombre y músico decidió no claudicar ante su propio y consciente vicio: ser.

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Las cursivas son frases de sus propias canciones.
Canción “Quiere decir”
La publicación de este material responde a la iniciativa de un colectivo de amigos y amigas, compañeras y compañeros de Lucho, interesados en preservar su memoria y obra.